En experimentos con salamandras se ha podido comprobar que dicho animal posee un campo energético de la talla del animal adulto. Así mismo un eje eléctrico desde el cerebro y por la médula espinal. Se ha descubierto también que el patrón etérico de un plantón no tiene la forma de la semilla sino de la planta adulta. Según estas investigaciones se ha llegado a la conclusión de que todo organísmo en desarrolo tiene que seguir una plantilla de crecimiento, que genera el propio campo electromagnético del organísmo.
Gracias a la cámara Kirlian, que toma electrofotografías se ha podido comprobar que enfermedades como el cancer han modificado ésta plantilla de crecimiento.
El fenómeno de la “hoja fantasma” es también una prueba de que existe un cuerpo, plantilla energética: al cortar una hoja de una planta, la electrografía enseña la hoja completa en forma energética ahí donde la hoja fué cortada.
